Ada Sotomayor, la única mujer itapuense que participó de la Constituyente

Lo primero que impresiona al conocer a Ada Sotomayor, es la fortaleza y la energía que desprende. Es reconocida en el distrito de General Delgado, y en el departamento de Itapúa en general, como una mujer firme y recta “que no se compra ni se vende”. Dentro de su larga trayectoria fue miembro de la Red de Mujeres Munícipes, directora del Liceo de General Delgado (actual Colegio Nacional Cristo Rey) y miembro de la Red de Mujeres Políticas de la capital, donde continúa activando.

Ada también fue concejala municipal durante diez años, y cinco de ellos ejerció como Presidenta de la Junta. Recuerda que no pocas veces tuvo que hacer prevalecer sus posturas y plantarse ante situaciones que no le parecieron correctas. “No pude ser candidata a intendenta, porque prefirieron poner a un hombre más fácil de manejar”, relata; “hubo personas que se sintieron amenazadas por mi preparación.”

Uno de los hitos más destacados de su trayectoria política fue su participación en la Asamblea Nacional Constituyente, convocada en 1992 por el entonces presidente Andrés Rodríguez. El Paraguay emergía de una dictadura larga y violenta, y esta asamblea buscaba sentar las bases firmes de una nueva democracia. Ella fue la única representante mujer del departamento de Itapúa, de los ocho lugares disponibles. Su experiencia comenzó de una manera particular.

“Hubo una reunión por mi partido (P.L.R.A.) en las Colonias Unidas. Por consenso, se decidieron los candidatos que se presentarían en la lista. El lugar número 1 era para Encarnación, y el 2 para los distritos del interior de Itapúa. Un abogado de Encarnación fue seleccionado para el primer lugar y los demás distritos consensuaron que yo ocuparía el segundo lugar de la lista. Pero poco tiempo después, vinieron dos personas del partido a presionarme para que le ceda mi lugar a otro hombre, porque él tenía dinero para la campaña y yo no. Me opuse y les dije que sólo saldría si venían las mismas personas que me habían elegido a pedírmelo. Me sacaron de todos modos, y no me avisaron: me enteré al ver la lista publicada en el diario, con mi reemplazante.”

Lejos de quedarse con los brazos cruzados, Ada se puso en movimiento para revertir esa injusticia.

“Decidí armar mi propia lista. En el momento en que me enteré, estaba en el colectivo yendo a trabajar. Allí me bajé y recorrí varios distritos: Coronel Bogado, Carmen del Paraná, Fram, Capitán Miranda, las Colonias Unidas, y en ese mismo día armé mi lista y la envié a Asunción. Dos días después, sale esa lista publicada y comenzó la campaña para ganar las internas. Y vencimos, por 1000 votos de diferencia.” Su resistencia y activismo causó malestar entre quienes se oponían, y Ada lo recuerda con humor. “Había gente que decía ‘esa campesina pyta jeka va a representarnos’; así que les mandé a decir que no se preocupen, que iba a usar medias de nylon. Es ridículo ocuparse del aspecto físico de una persona en lugar de lo que tiene en la cabeza.”

El trabajo de las mujeres integrantes de la Constituyente estuvo lleno de obstáculos, propiciados por el machismo que domina hasta hoy el ámbito político y la desventaja numérica en la que se encontraban. “En la Constituyente, las mujeres nos dimos cuenta de lo importante que era unirnos sin tener en cuenta el partido al que pertenecíamos. Todas sufríamos los mismos problemas, y decidimos apoyarnos entre nosotras. Dentro de nuestros aportes, estuvieron los artículos que habilitan a las mujeres a ser cabezas de familia y ser propietarias de tierras y viviendas sin importar su estado civil, derechos que hasta ese momento no teníamos. Hubo mucha resistencia, no sólo contra estos artículos en particular sino contra la participación de las mujeres en general. Trataban de hacernos callar e incluso quisieron obligar a renunciar a una compañera de la ANR. En ese entonces yo estaba como vice presidenta de la comisión de Poderes y Reglamentos, y la defendimos para que pueda seguir ocupando su legítimo lugar.”

Sobre la paridad, Ada expresó “yo creo que la paridad está bien y es necesaria. Soy partidaria de que tenemos que luchar de igual a igual con los varones para ocupar espacios, y esa ley nos va a proporcionar mayores condiciones de igualdad; es un pie para avanzar. Porque la realidad es que ellos siempre toman los primeros lugares y nos dejan el tercero o inclusive más atrás, y de no ser por la cuota, no tendríamos ni eso. Yo nunca integré una lista si no iba a ir en segundo lugar, porque desde el tercer lugar el sistema D’Hont hace muy difícil que una mujer pueda quedar en la lista final.”

Ada Sotomayor participó en el conversatorio interpartidario realizado recientemente en General Delgado, en el marco del proyecto de la Red de Mujeres del Sur. Allí, destacó la importancia de que las mujeres estén unidas y organizadas para luchar por sus derechos.