Entre 1960 y 2004 protagonizó más de 60 obras teatrales de ilustres dramaturgos internacionales y nacionales,  entre las que destacan:  el Misterio de Guillén y Felicia (Iribarren y Beguiristain),  No serás violenta (Héctor de los Ríos),  El bello indiferente (J. Cocteau), Así es la vida (Malfatti y de las Llanderas), El baúl de los disfraces (Salom), El diario de Ana Frank (Goodrich y Hackett),  Queriddas Monstruos (Pepa Kostianosvski), Flor de cactus (Barrilet y Gredy), La cantante calva (Ionesco), Sara Bernardt (Murrel), Las brujas de Salem (Miller), Nuesros años grises y Elisa (Alcibiades González del Valle), Un tranvía llamado deseo (Williams), La Celestina (Fernando Rojas), Monólogos de la Vagina (Ensler) y Perfiles Morenos (Néstor Romero Valdovinos). 

En ese mismo periodo escribió, dirigió y actuó en propuestas teatrales de su propia autoria. Entre estas destaca la pieza cumbre de su carrera: Kuña Rekové. Esta obra, que recorrió escenarios de más de 10 países y tantas más ciudades del Paraguay, retrata la vida, costumbres y filosofía de mujeres paraguayas de diferentes perfiles. 

En 1975 Edda fundó su propia compañía teatral y productora. Esta se denominó: La Farándula producciones. 

En paralelo a la actividad teatral, desarrolló una extendida carrera en televisión, donde condujo programas diversos sobre arte, noticias y actualidad.  Fundó, además, el Taller de Expresión Artística (TEA) que funcionó durante tres décadas, impartiendo clases de declamación, expresión corporal y actuación. La radio, la televisión y la prensa escrita se constituyeron en otros escenarios que le permitieron explotar su talento y conocimientos, a través de contribuciones diversas y variadas -crítica teatral y cinematográfica, ensayos, cuentos y artículos, entre otras-. En ese marco, fue una colaboradora de las radioemisoras paraguayas: Cáritas, Ñandutí y Chaco Boreal, y Sarandí y CX4 de Montevideo, Uruguay; de los canales 9 y 13 (Paraguay), así como de Radio Televisión Española (España); y de los periódicos y publicaciones: Hoy, ABC Color, Última Hora, y Sendero (Paraguay), Espacio (Argentina), Diógenes y Latin American Theatre Review (EUA), Escenario de dos mundos (España), y La Escena Latinoamericana (publicación argentino-canadiense).

En la década de 1980 comenzó a actuar en política de manera activa, arriesgando su integridad en tiempos en los que la libertad de expresión era duramente reprimida. Tras el golpe de Estado de 1989, se constituyó en estandarte de la democracia, acompañando desde el PLRA procesos históricos que sirvieron de base a la construcción de la nueva institucionalidad del Paraguay. En 1991 fue electa concejala Municipal por Asunción por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Durante ese periodo lideró la Comisión de Educación, Cultura y Espectáculos de la Junta Municipal. Ocupó, además, cargos directivos en el PLRA.  Fue convencional y una voz constante y fuerte en la reivindicación de los espacios para las mujeres en política. Más adelante ocupó el cargo de presidenta del Fondo para las Artes y la Cultura (FONDEC). 

Su compromiso con la causa de la igualdad de género fue transversal a toda su carrera, en todos los ámbitos en los que le cupo actuar. Fue una voz femenina resaltante y poderosa en el PLRA y en la administración pública. Fue cofundadora de la Red de Mujeres Políticas y de la Red de Mujeres Munícipes. Pero por sobre todas las cosas, fue un ejemplo de empoderamiento y de búsqueda permanente de espacios y posiciones desde la que su voz inspiró a generaciones a sumarse al debate nacional de los asuntos públicos. 

Edda de los Ríos logró conjugar con éxito su pasión por el teatro, la literatura, la gestión cultural y la participación ciudadana, convirtiéndose en una figura clave para la política, la cultura, la educación, las artes y el activismo femenino en Paraguay.

Falleció en Asunción, ciudad que la vio nacer, el 11 de junio del 2007.