«El segundo sexo» de Simone de Beauvoir es el nacimiento de Clara Rosa a los derechos de las mujeres, ya que su vida tiene un antes y un después de haberlo leído. Su otro nacimiento, fue el 24 de noviembre de 1948 en Asunción.

Estudio en el Colegio La Providencia y se recibió de abogada en la promoción 1973 de la Universidad Nacional de Asunción. Gracias a las «malas compañías» –como ella misma define- personas como Line Bareiro, Gloria Muñoz, Margarita Irún y un grupo de interesante de «contreras de la dictadura», su natural cuestionamiento, tuvo un cauce que se tradujo en un activismo político y cultural.

Ya profesional, trabajó de abogada en forma independiente donde presentó varios “habeas corpus” a favor de personas detenidas en los oscuros años de la dictadura del Gral. Stroessner. Una persona muy importante por sus sueños en común, ha sido Gloria Rubín, quien le dio un espacio en 1986 con un pequeño programa en Radio Ñanduti que se llamaba “Conozcamos nuestros derechos constitucionales”. Con Gloria y otras mujeres organizaban los días sábados encuentros llamados “Palabra de mujer” en el salón auditorio de la radio, los cuales también eran transmitidos en la radio y donde abordaban diferentes temas sobre derechos de la mujer: salud, educación, igualdad, discapacidad.

Participó en el «Encuentro taller de mujeres» (1986) y en el encuentro «Por nuestra igualdad ante la ley» (1987), bases del nuevo movimiento feminista del país.  Señala que nunca paró en su compromiso que siente como una segunda piel. Participó en las discusiones por lo que hoy es la Ley 1/92 De la igualdad de los Derechos Civiles de las Mujeres. Activó contra el proyecto del código penal que daba mayor penalidad al abigeato que a la violación sexual.