Amancay, del vocablo quechua amánkay, puede traducirse como «azucena». Un término que se emplea para nombrar a distintas plantas y flores que por sus formas y colores se parecen a las azucenas. Quizás de ahí nació su amor por capturar y posar casi siempre junto a las flores.

Amistades, familiares, compañerxs y un montón de gente que la conoció, la recuerdan como “la bella, libre, loca, atrevida, sensual, pasional, determinada, creativa, artista, muy profesional, intensa, alegre, buena amiga, de vuelo propio” Amancay. 

Desde muy chiquita, demostró su pasión por el mundo del arte, de la fotografía y del audiovisual. Empezó capturando épicos momentos mientras acompañaba a su mamá Alicia en Kuña Róga, e hizo su primer video tipo documental en uno de los aniversarios de la radio, en ese entonces Radio Candela FM. 

“Este video hizo Amancay cuando era más chica, a ella le encanta hacer estas cosas” dijo Alicia hace ya algunos años atrás. 

Al poco tiempo de terminar el colegio, se lanzó a estudiar la Tecnicatura en Medios Audiovisuales y Fotografía en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones, Argentina, demostrando una inclinación casi natural por la fotografía analógica, donde fue perfeccionándose con el paso del tiempo. 

También, se especializó en vestuario en la School Training, Escuela de Cine y Sonido de Málaga, así como en la prestigiosa Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba.

“Multifacética creadora y gran trabajadora, conocida en diversas áreas artísticas como el cine, el vestuario, la fotografía y también en la defensa de los derechos humanos” dice El Nacional. 

En casi 10 años de carrera, aportó mucho al mundo del arte. En Encarnación, fue parte de la Asociación Cinecable, donde sobre todo se desempeñó como programadora y curadora de cine, logrando articular siempre con países como Argentina, Brasil y Paraguay. 

“Stumpfs desarrolló una prolífica carrera en muy cortos años, destacándose su aporte en el cine, la televisión, los videoclips y la publicidad. Su talento como diseñadora de vestuario resaltó en producciones como Selva, Hija, Pequeñas esperanzas, Literal, El hombre inconcluso, Vinchuca, La selva no existe y Lo profundo del río. Además, desempeñó roles clave como asistente de vestuario o jefa en set en una docena de producciones cinematográficas en países como Argentina, Paraguay, Brasil, España, colaborando con renombrados directores y directoras” expresa El Nacional. 

Uno de sus trabajos más innovadores fue Río Arriba, un cortometraje experimental en película de súper 8 mm, donde combinó técnicas de found- footage y pintura, inspirado en las aguas de los ríos Paraná e Yguazú, con el que ganó el segundo lugar de los premios Lumiére de la Alianza Francesa en 2019. 

Pero sin duda alguna, uno de sus legados más invaluables es su fugaz e intenso paso por la vida de quienes la conocieron, y con quienes queda por siempre un pedacito de su ser florecido.

Amancay Salomé Villalba Stumpfs

22 de octubre de 1995 – 29 de julio de 2024

“Si queremos construir un país verdaderamente democrático, en que la libertad, la igualdad y la justicia sean hermosas realidades, debemos empezar por organizar el hogar sobre la base de una perfecta igualdad” Serafina Dávalos (1883-1957), primera mujer abogada, primera Doctora en Derecho, primera mujer en formar parte del Tribunal Superior de Justicia y pionera en la lucha por los derechos de la mujer en el Paraguay (La Nación, 2020)

En 1907, Serafina escribió su tesis doctoral “Humanismo”, donde analizó la desigualdad social entre hombres y mujeres, y la subordinación de las mismas como la primera causa de tal realidad. En su tesis, citaba esta histórica frase donde se refería a esas desigualdades que se gestaban sobre todo dentro del ámbito doméstico. 

Bien sabemos que este ámbito considerado como “privado”, es donde comienza la formación básica para futuros ciudadanos y futuras ciudadanas del país, y donde las mujeres al ser relegadas principalmente a las tareas del cuidado, son las primeras responsables de la educación de sus hijos e hijas, y a la vez, acusadas por perpetuar la misma desigualdad. 

“Solo la mujer emancipada puede emancipar al hombre, y llegará un día en el que al fin ella conquiste su libertad, para bien y provecho de la humanidad” (Dávalos, 1907)

Han pasado más de 100 años de la tesis de Serafina, y otras décadas más de los primeros avances en la búsqueda de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en Paraguay, sin embargo, han aparecido figuras retrógradas con discursos anti derechos que hacen dudar de un avance real. 

Recientemente, el ex viceministro de culto Fernando Griffith hizo alarde de su “poder” con el micrófono, y en un debate sobre la educación sexual en las escuelas, dijo que las mujeres no cumplen un rol dentro de la sociedad, sino más bien una función biológica. 

Así también, mencionó “los tres dioses laicos que hoy son hegemónicos en esa educación posmoderna, son la inclusión, la diversidad y la igualdad, y las tres cosas falsas por cierto, completamente falsas, porque no son reales esos conceptos (…)” 

Lo que quizás Fernando Griffith no sabe, y también adeptos a este mismo discurso retrógrado no saben, es que en Paraguay hace más de 100 años ya se debatía tanto sobre el rol de las mujeres en la sociedad, como de la inclusión y la igualdad. 

Existieron mujeres y hombres con ideas transgresoras, modernas y avanzadas. Uno de esos hombres aliados de la lucha de las mujeres feministas fue el diputado repúblicano Telémaco Silvera, que en 1919 presentó un proyecto de igualdad de derechos civiles y políticos de las mujeres.  

“¿Cómo puede haber libertad cuando la mujer está bajo la tiranía actual de las leyes?, queremos que la mujer, como miembro de este organismo social ocupe el verdadero sitio que le corresponde al lado del hombre, no queremos verla en este segundo término a que sea relegada injustamente ¿y porque la mujer no ha de conquistar ese sitio, estando capacitada para ello?” (Silvera, 1919)

Ese fue el primer intento de lograr la igualdad jurídica entre hombres y mujeres en Paraguay. 

Por muchos años, en Paraguay también regía el código argentino de Dalmacio Vélez Sársfield, recuerda la fallecida activista feminista Mercedes Sandoval, en el audiovisual Alquimistas. Esta ley, establecía que las mujeres casadas eran prácticamente objetos y propiedades de sus maridos, totalmente dependientes y sin derechos a administrar ni disponer bienes propios. 

“No teníamos tampoco derechos políticos. En el código electoral de aquella época decía quienes eran las personas que no podían votar, y estaban los analfabetos, los menores de edad, los dementes, los quebrados fraudulentos y las mujeres, en el último renglón” (Alquimistas, 1995)

Conceptos básicos sobre la Igualdad

La Constitución Nacional del Paraguay es clara al respecto, incluso se reza la palabra “igualdad” en el aclamado y alabado Himno Nacional. 

Hay varios artículos principales que hablan explícitamente de la igualdad y la no discriminación, y son los siguientes: 

Artículo 46: Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las mantengan o las propicien. Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios.

Artículo 47: El Estado garantizará a todos los habitantes de la República: 1. la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los obstáculos que la impidiesen; 2. la igualdad ante las leyes; 3. la igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas, sin más requisitos que la idoneidad, y 4. la igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de la naturaleza, de los bienes materiales y de la cultura. 

Artículo 48: El hombre y la mujer tienen iguales derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales. El Estado promoverá las condiciones y creará los mecanismos adecuados para que la igualdad sea real y efectiva, allanando los obstáculos que impidan o dificulten su ejercicio y facilitando la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida nacional. 

Artículo 88: No se admitirá discriminación alguna entre los trabajadores por motivos étnicos, de sexo, edad, religión, condición social y preferencias políticas o sindicales. El trabajo de las personas con limitaciones o incapacidades físicas o mentales será especialmente amparado. 

En 1925, Virginia Corvalán ya hablaba también sobre la igualdad de las diferencias, y decía: “Diferencia no es lo mismo que inferioridad, puede haber diferencias que se equivalen y que se complementan como ocurre en el hombre y la mujer” (Corvalán, 1925)

La igualdad, el rol de las mujeres, la inclusión social, la diversidad, no son conceptos nuevos y posmodernos para el Paraguay, tienen más de una centuria dentro del debate público, y gracias a esos debates y la organización colectiva en torno a ellos, se han avanzado muchísimo en los Derechos Humanos. 

Que unos pocos retrógrados, no nos saquen la alegría de seguir juntas y organizadas.

“El que tenga ojos para ver, que vea, y el que tenga oídos para escuchar, que oiga”, versa una sabia parábola bíblica de Mateo 13:9.

Fuentes consultadas

Alquimistas: Historia de las mujeres en Paraguay https://www.youtube.com/watch?v=XqgvA0XlUvg&ab_channel=jazads

Guía para la elaboración de políticas de igualdad de las mujeres y niñas en municipios del Paraguay https://kunaroga.org/wp-content/uploads/2023/05/Guia-politicas-de-igualdad-para-mujeres-y-ninas-en-municipios-del-Paraguay.pdf

Las organizaciones de la sociedad civil cumplimos un rol fundamental en la defensa de los derechos humanos, incluso, la mayoría de las veces desempeñamos roles y funciones que el Estado debe realizar.

Todas las ONGs que ejecutamos proyectos con financiamiento externo, estamos constituidas legalmente por el Estado, y nos encontramos sujetas a controles permanentes, tanto por el Estado como por los mismos financistas: auditorias, rendiciones, Seprelad, impuestos, informes, etc.

Cada financimiento es público, y están disponibles en la web de cada financista. Así también, cada acción social que realizamos desde las organizaciones son públicas tanto en los medios de comunicación, como en nuestras redes sociales y webs institucionales.

El Proyecto de Ley de control a organizaciones de la sociedad civil que proponen unos legisladores es peligroso tanto para las comunidades con quienes trabajamos, como para las mismas organizaciones, porque es un claro ejemplo de control arbitrario, con el único fin de limitar cualquier tipo de asociación y organización; para luego sancionar ongs.

Esta acción remite a la Dictadura y es una forma de enmascarar el miedo que nos tienen por todo lo que hemos avanzado en la Defensa de los Derechos Humanos, y lo que todo eso supone para los amantes del oscurantismo.

Por Codehupy.

Kuña Róga es una organización feminista fundada el 18 de octubre de 1998 en la ciudad de Encarnación, departamento de Itapúa. Está conformada por mujeres de diversas edades, estudiantes, profesionales y activistas sociales.

Durante sus primeros años buscó ser un espacio de contención y acompañamiento psicológico y jurídico para mujeres en situación de violencia. En ese marco, sus integrantes también participaron en los talleres de recolección de información sobre violencia doméstica, material que sirvió para la elaboración de la Ley N.º 1600/00.

A lo largo de sus 25 años de historia, la organización trabajó fuertemente en el área de comunicación, primero a través de la radio comunitaria, la primera radio feminista del interior de Paraguay “Ciudad Nueva” en el Barrio Itá Paso y luego “Candela”, que más tarde se convirtió en revista. Otro de los pilares es el trabajo con juventudes.

Itá Paso es un barrio de familias relocalizadas por la Entidad Binacional Yacyretá, donde ejecutó un proyecto de desarrollo comunitario a partir del cual se crearon y consolidaron dos grupos juveniles: “Sembrando Raíces” y “Fuerza Joven”. También, el abordaje de la temática de los derechos sexuales y derechos reproductivos impulsó la creación de un grupo de adolescentes denominado Presencia Joven.

Algunos de sus proyectos emblemáticos son la “Red de Mujeres del Sur”, “Sumamos Mujeres” “Sumamos derechos, sumamos igualdad”, que se enfocaron en crear y fortalecer redes de mujeres en el sur del país. Es así que desde 2014, Kuña Roga logró impactar en otros territorios como Misiones, Ñeembucú, Guairá y Caazapá, impulsando la conformación de redes de mujeres integradas por autoridades y sociedad civil a través de formación con enfoque de género, derechos humanos y participación política.

Este afianzamiento permitió que estas redes incidan en sus municipios en la formulación de políticas públicas con enfoque de género, desde ordenanzas, resoluciones, además de la creación de secretarías de la mujer. Uno de los grandes objetivos de Kuña Róga es fomentar la participación política de las mujeres en todos los espacios.

Kuña Róga considera que hoy el principal desafío es seguir resistiendo de manera colectiva ante el retroceso de derechos, impulsado por grupos conservadores y anti derechos. Su esfuerzo por fortalecer el movimiento de mujeres y jóvenes llevaron a la organización a ser una de las nominadas a los Premios Dignidad a la Defensa de los Derechos Humanos en Paraguay, una actividad impulsada por la Codehupy.

La igualdad de género es crucial para construir una sociedad equitativa en todos sus aspectos, porque contribuye a la disminución de la pobreza y promueve la salud, la educación, la protección y el bienestar integral.

Aunque existen bastantes avances en materia de Igualdad de Género, también existen retrocesos. Las mujeres y niñas conforman la mitad de la población mundial, sin embargo, persiste la desigualdad de género, lo cual obstaculiza el avance social. 

Según Naciones Unidas, a nivel global, las mujeres ganan en promedio un 23 % menos que los hombres, y dedican significativamente más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Además, en todo el mundo, muchas mujeres casadas carecen de autonomía en decisiones sobre su salud y derechos sexuales y reproductivos. 

Una proporción significativa de mujeres entre 15 y 49 años ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o de otros. En ciertas regiones como África y Oriente Medio, una de cada tres niñas de 15 a 19 años ha sido sometida a mutilación genital femenina, una práctica peligrosa que puede causar hemorragias graves, infecciones, complicaciones en el parto e incluso la muerte.

Estos actos de violencia no solo afectan individualmente a las mujeres y niñas, sino que también limitan su calidad de vida en general y obstaculizan su participación activa en la sociedad.

Al ritmo actual, Naciones Unidas calcula que se tardará 300 años en acabar con el matrimonio infantil, 286 años en subsanar las lagunas de protección jurídica y eliminar las leyes discriminatorias, 140 años en que las mujeres estén representadas en pie de igualdad en puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo y 47 años en lograr la igualdad de representación en los parlamentos nacionales.

Juntas y organizadas por la Igualdad de Género

Recientemente, Paraguay fue sede por tercera vez de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), espacio considerado como la máxima instancia de diálogo político, donde los países de América buscan consensuar y asumir compromisos para seguir avanzando hacia objetivos comunes para el desarrollo sostenible de la región y de los Derechos Humanos. 

En este sentido, más de 60 organizaciones de la sociedad civil, mujeres, indígenas, campesinas, de discapacidad y de la comunidad LGBTQI+ se aglomeraron en una gran Asamblea de Mujeres donde acordaron tomar las calles y marchar en defensa de la Igualdad de Género. 

Durante la Asamblea, también hicieron entrega de un amplio documento, con 15 demandas puntuales, a la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, Alejandra Mora, quien reconoció que en la región se vive una polarización social sobre los Derechos Humanos. 

Al día siguiente, durante el primer día de la sesión ordinaria de la OEA, cientos de mujeres se movilizaron bajo el lema “OEA, kuñanguéra roma´e penderehe (las mujeres estamos observando)” y posicionaron públicamente la deuda histórica del estado paraguayo hacia los Derechos Humanos, exigiendo aprobar y defender la Igualdad de Género para garantizar una vida digna y libre de todo tipo de violencias.

Entre algunos reclamos puntuales, exigieron la derogación de la Resolución N° 29664, conocida como Resolución Riera, que prohíbe la difusión de materiales educativos que contemplen el concepto de género en todas las escuelas y colegios públicos. Pidieron eliminar la Ley° 6830 Riera-Zavala, que criminaliza las ocupaciones campesinas y también demandaron al Congreso la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la eliminación de la violencia y el acoso.

En Paraguay y en toda la región, se están viviendo varios retrocesos en materia de Derechos Humanos, lo que perpetúa aún más las desigualdades sociales y de género. Sin embargo, las mujeres organizadas y gran parte de la sociedad consciente de estos retrocesos, nos organizamos y nos movilizamos porque creemos que es posible seguir avanzando hacia la verdadera igualdad de género. 

Cada 28 de mayo se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, una fecha establecida en 1987 por la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) a fin de tratar las diversas causas de enfermedades y muertes que afectan a las mujeres, así como a promover su atención, prevención y tratamiento.

«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» (Organización Mundial de la Salud)

En este sentido, teniendo en cuenta que el ámbito salud es sumamente amplio e implica varios aspectos que hacen al bienestar integral, en este artículo abordaremos solamente una de las afecciones, hoy considerada por ONU Mujeres como una pandemia mundial: la violencia basada en género. 

La violencia es una violación a los derechos humanos y tiene importantes repercusiones en la salud pública. La violencia de género (VBG) impacta negativamente en la salud de las mujeres, afectando tanto su bienestar físico y psicológico como su salud sexual y reproductiva.

En Paraguay, “las consecuencias físicas, mentales y conductuales sobre la salud, también pueden persistir mucho tiempo después de que haya cesado la violencia”. Las lesiones físicas agudas (golpes, cortes, fracturas y otras), los problemas crónicos (trauma psicosocial, lesiones físicas parciales e incluso permanente) son las situaciones por las que atraviesan las mujeres que sufren violencia por parte del agreso, y en los casos más extremos, incluso, puede llevar al feminicidio (Centro Paraguayo de Estudios de Población. INVESTIGACIÓN. Consecuencias y necesidades vinculadas a la salud de las mujeres que sufren violencia de pareja, 2017)

Los datos de la Encuesta Nacional sobre Situación de las Mujeres en Paraguay – ENSIMUP 2021 (INE, 2022) dan cuenta que casi ocho de cada diez mujeres experimentaron alguna forma de violencia basada en género a lo largo de su vida, tanto en el ámbito público como en el privado. Cuando se analiza la prevalencia de la violencia en el año previo, cuatro de cada diez fueron víctimas. Los tipos de violencia más frecuentes son la psicológica y la sexual. La prevalencia de la violencia es mayor hacia las mujeres de áreas urbanas, en la franja etaria comprendida entre 18 a 29 años, afecta en mayor medida a las mujeres que trabajan en relación de dependencia y en el empleo doméstico (ROMPIENDO EL CICLO. Diagnóstico sobre violencia basada en género en los departamentos del sur de Paraguay, Encarnación: Kuña Róga, 2023)

La violencia basada en género que se da en el ámbito privado, tiene el mismo elevado porcentaje de reproducción en el ámbito público. En cuanto a la violencia familiar, más de la mitad de las mujeres (57,2%) refiere haber sido víctima de violencia o perpetrada por una pareja/ex pareja a lo largo de su vida. En el período de los últimos doce meses, la prevalencia de la violencia afecta a dos de cada diez (24,2%). Las formas de violencia más frecuentes en este ámbito son la psicológica, la física y la económica. Nuevamente, la prevalencia de la violencia es mayor en la franja etaria de mujeres jóvenes. Aunque no hay diferencias entre las mujeres de áreas rurales y urbanas, en todos los casos la prevalencia de la violencia basada en género es mayor para las mujeres de estratos socioeconómicos bajos, lo que señala el impacto interseccional de la desigualdad social en la vulnerabilidad de las mujeres (ROMPIENDO EL CICLO. Diagnóstico sobre violencia basada en género en los departamentos del sur de Paraguay, Encarnación: Kuña Róga, 2023)

En la Encuesta Nacional de Demografía y Salud Sexual y Reproductiva (ENDSSR) realizada por el CEPEP en 2008, se destaca la estrecha relación entre la violencia que sufren las mujeres y las ideas suicidas. Según el estudio, «1 de cada 7 mujeres que experimentaron violencia sexual consideraron quitarse la vida (14,9 por ciento). Las que padecieron violencia física o verbal mostraron esta idea en menor medida, con un 8,7 por ciento y un 5,9 por ciento respectivamente». Las mujeres indicaron que la violencia sufrida las llevó a sentir baja autoestima, inseguridad, culpa y a autoinfligirse castigos, como si ellas fueran las responsables de los actos de violencia (Centro Paraguayo de Estudios de Población. INVESTIGACIÓN. Consecuencias y necesidades vinculadas a la salud de las mujeres que sufren violencia de pareja, 2017)

Los datos y las diversas formas de violencia van en aumento. Urge la aplicación efectiva de los distintos mecanismos de protección que aborden de forma integral esta problemática social y sanitaria, que no solo afecta a las mujeres, sino a todo su círculo familiar y existencial.

Fuentes consultadas

Kuña Róga et. al., ROMPIENDO EL CICLO. Diagnóstico sobre violencia basada en género en los departamentos del sur de Paraguay, Encarnación: Kuña Róga, 2023.

https://observatoriodelsur.org/wp-content/uploads/2023/11/Rompiendo-el-ciclo-para-web.pdf

Centro Paraguayo de Estudios de Población. INVESTIGACIÓN. Consecuencias y necesidades vinculadas a la salud de las mujeres que sufren violencia de pareja: 2017

https://www.conacyt.gov.py/sites/default/files/upload_editores/u294/Resumen_violencia_consecuencias.pdf

Ante la intención de parlamentarias y parlamentarios de modificar el nombre de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Senadores, el Grupo Impulsor de la Paridad Democrática expresa cuanto sigue:

La Comisión de Equidad y Género es el mecanismo específico creado para implementar el mandato constitucional de igualdad real establecido por el art. 48, cuya interpretación plena debe articularse con los arts. 46 y 47 de igualdad y no discriminación y el de garantía de derechos.

La propia Constitución Nacional reconoce que existe desigualdad de la mujer en la sociedad y en consecuencia el texto constitucional es claro al instituir la obligación del Estado de adoptar medidas para que “la igualdad sea real y efectiva”, es decir en el derecho y en los hechos. El mandato constitucional obliga al Estado a “promover condiciones” y “crear mecanismos adecuados” para lograr que la igualdad se realice en la práctica, “facilitando la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida nacional.” (art.48 CN).

Eliminar la palabra género del nombre de esta Comisión Parlamentaria es desconocer que la categoría género es indispensable para que los derechos de las mujeres sean reconocidos y plenamente ejercidos. Es desconocer que la desigualdad es la expresión de la discriminación y que la discriminación contra las mujeres en razón de género sea directa o indirecta, se da cuando las leyes, las políticas y los programas aparentemente neutros ignoran las necesidades e intereses específicos de las mujeres. 

El análisis de género y el desarrollo de políticas de género son herramientas fundamentales para la búsqueda de igualdad real y del derecho a una vida libre de toda forma violencia hacia las mujeres. 

Por tanto, cuando se busca eliminar la palabra género de los mecanismos institucionales y de las políticas públicas se contribuye a que sigamos lamentando feminicidios, abusos en niñas, trata para la esclavitud sexual, violencia política, exclusión de las mujeres de las decisiones políticas, porque todo esto encuentra su raíz en la desigualdad.

Exigimos que desde el Parlamento se detenga la agresión hacia las mujeres, se frene el menoscabo de su voz pública y de sus luchas y, que en vez de impulsar acciones que buscan destruir el progreso de nuestros derechos, se ocupen de aprobar políticas que lleven los derechos a los hechos, como la Política de Cuidados, o la Ley contra la violencia política de género que se encuentran olvidadas en sus cajones.

Exigimos a las mujeres parlamentarias que representen los intereses de las mujeres y no los intereses patriarcales y misóginos que perpetúan la discriminación y dañan la dignidad de miles de mujeres a diario en nuestro país.

En el 2017, luego de un año de su promulgación entra en plena vigencia Ley 5777/16 con el objetivo de “establecer políticas y estrategias de prevención de la violencia contra las mujeres, mecanismos de atención y medidas de protección, sanción y reparación integral, tanto en el ámbito público como en el privado y en cumplimiento de la obligación del Estado de implementar reformas legales para prevenir, sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres y eliminar todas las formas de discriminación que contribuyen a limitar y a atentar en contra de sus derechos humanos”

Sin embargo, a casi 10 años de la promulgación de la legislación, en el día de la mujer paraguaya, el senador Basilio “Bachi” Núñez (ANR HC) planteó derogarla, argumentando su inconstitucionalidad y su presunta violación de principios fundamentales del derecho penal y constitucional. 

Ante la necesidad de contar con una legislación que ampliara la Ley 1600/00 de violencia doméstica, y que abordara de forma integral la protección a las mujeres contra toda forma de violencia, en 2009 se inició un amplio y largo debate entre diversos sectores políticos y sociales. Es así que, en el 2016 y con la tipificación del feminicidio, se promulgó la Ley 5777/16 de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia.

¿Pero qué define exactamente la legislación? 

Durante el evento «Diálogos por los Derechos de las Mujeres: Kuña Ñemongeta Ñaikoteveva», en un espacio dirigido por Miyuki Shimanaka, abogada y experta en Estudios de Género, se analizó la relevancia de la Ley 5777/16. Este evento generó debates productivos, resaltando la necesidad imperiosa de implementar y defender la legislación.

Shimanaka comenzó reflexionando sobre la importancia de proteger esta legislación. Destacó que surge como una extensión de la Ley 1600, con el propósito de abordar el tema del feminicidio y ofrecer protección integral a las mujeres. Sin embargo, resaltó que, a pesar de la necesidad de incluir el término «género», este no se incorporó en la versión final de la ley.

Además, señaló que la Ley 5777/16 establece medidas completas de protección para las mujeres que son víctimas de violencia, tanto en el ámbito privado como público. Esto implica acceso a atención médica, asesoramiento legal, refugio seguro y recursos sociales y económicos. También promueve acciones de prevención y concientización sobre la violencia de género, mediante campañas educativas y la promoción de valores igualitarios en la sociedad.

Asimismo, la Ley 5777/16 define 16 distintos tipos de violencia que enfrentan las mujeres e introduce el término «feminicidio» para abordar esta forma específica de violencia. Además, promueve un enfoque intersectorial para enfrentar la violencia de género, facilitando la atención y protección de las mujeres en todos los ámbitos.

En términos de atención integral, la ley garantiza a las mujeres el acceso a servicios médicos, psicológicos y legales, así como a asistencia social y económica. Además, establece sanciones para aquellos que perpetran violencia contra las mujeres, incluyendo penas de prisión y medidas de restricción.

La experta en género señaló que esta legislación es crucial para proteger los derechos de las mujeres y combatir la violencia de género. Destacó que su implementación y defensa son fundamentales para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Al finalizar la intervención, Cipriana Bogarín, Coordinadora adjunta del Proyecto «Educación, diálogo y movilización de mujeres y jóvenes para la plena vigencia de la igualdad de género en Paraguay» ejecutada por Kuña Róga y el Centro de Documentación y Estudios (CDE) invitó a las presentes a pronunciarse a favor de la Ley 5777. Seguidamente, Lizandra Rolón presentó la campaña «La ley 5777/16 no se toca, se defiende», instando a las participantes a unirse en la defensa de los derechos de las mujeres y la erradicación de la violencia de género. 

En conclusión, derogar la ley representaría un tremendo retroceso a los derechos de las mujeres, donde la impunidad cobraría fuerza y debilitaría aún más el sistema de derechos, poco a poco adquiridos.

Si bien desde las organizaciones sociales reconocemos que la implementación de la ley, aún cuenta con deficiencias, reconocemos que ha sido una herramienta que ha hecho justicia en casos que anteriormente quedaban impunes e invisibilizados.

El Día Internacional de la Mujer se destacó por movilizaciones y distintas acciones en todo el país. En Encarnación, la Articulación de Derechos Humanos conformada por organizaciones como Kuña Róga, Universitarias Feministas de Itapúa, Presencia Joven, Diversxs, Familias No Teístas, Kuña Sorora, Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa y la Federación de Estudiantes Secundarios realizó un amplio conversatorio donde abordaron temas coyunturales que, sobre todo, suponen desafíos en materia de derechos de las mujeres.

1. Ley 5777/16 de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia ¡NO SE TOCA!

La ley 5777/16 amplía de forma “integral” a la ley 1600 de violencia doméstica, pues incluye 15 tipos de violencia:

a) violencia feminicida, b) violencia física, c) violencia psicológica, d) violencia sexual, e) violencia contra los derechos reproductivos, f) violencia patrimonial y económica, g) violencia laboral, h) violencia política, i) violencia intrafamiliar, j) violencia obstétrica, k) violencia mediática, l) violencia telemática, m) violencia simbólica, n) violencia institucional, ñ) violencia contra la dignidad

El senador cartista Basilio Núñez propuso derogar la Ley 5777/16, lo que significaría un grave retroceso y vulneración hacia los derechos de las mujeres. La derogación de esta significaría la eliminación de la figura del feminicidio y de otros tipos de violencia que no son reconocidas por la ley 1600. Las organizaciones de la sociedad civil, coinciden en que se debe vigilar y mejorar su aplicación, más no derogarla.

“Una de las claves para defender la ley, es entender lo que dice la ley” expone una de las integrantes de Universitarias Feministas de Itapúa.

2. Resistencia al autoritarismo

En la historia del mundo, se destacan las luchas y reivindicaciones en materia de derechos. El 8 de marzo tiene parte de su origen en los reclamos de las mujeres rusas en 1917, y en otras reivindicaciones alrededor del mundo. Es una fecha para honrar la memoria y seguir organizadas.

En Paraguay, la resistencia contra el autoritarismo se dio sobre todo en los 70´, donde las organizaciones sindicales tenían el peso suficiente para resistir contra la dictadura stronista, y en que las iglesias se posicionaban apoyando a las organizaciones sociales y realizando marchas multitudinarias por el silencio. El feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres, también se forjó en Paraguay en el marco de las resistencias. Sin embargo, en la actualidad, hay una falta de conciencia social sobre la dictadura, por lo que es una materia pendiente, sobre todo de la educación paraguaya.

“Hay una falta de conciencia de parte de las juventudes de lo que ocurrió en aquellos días en la dictadura. Desde la escuela nadie habla sobre el régimen dictatorial, en la secundaria tampoco, en la universitaria tampoco. Entonces ¿cómo vamos a posicionarnos ante aquello que no conocemos? Si rasgamos la historia vamos a tener más conciencia sobre nuestro pasado y sobre lo que tenemos que hacer” menciona una de las integrantes de Kuña Róga.

3. Transporte público de calidad

La falta de un sistema de transporte público de calidad impacta y transversaliza a la vida de las mujeres, pues son quienes más lo utilizan. La actual carencia de un sistema de calidad, limita salir de los barrios, a participar de actividades de ocio, a asistir a establecimientos educativos o a espacios de organización ciudadana. Actualmente, también limita a las familias con niñxs con discapacidad para asistir al Centro de Ayuda al Discapacitado en Encarnación (CENADE); además de la poca frecuencia de transporte, algunas de las empresas comienzan a rechazar los carnets para la gratuidad del pasaje. Situación que una vez más recae sobre todo en la salud mental de las mujeres, que la mayoría de las veces son las encargadas del cuidado familiar.

Uno de los planteamientos de usuarios y usuarias organizadxs por el mejoramiento integral del servicio es visibilizar el tema de la seguridad, ya sea en el mismo transporte o en las paradas; ya que generalmente por las noches tienen poca iluminación y las mujeres se ven expuestas a peligros constantes.

4. Salud mental

Ante un contexto sumamente limitante, de desigualdades sociales, de falta de trabajo, de transporte público, de constantes casos de acosos sexuales y de la frecuente suma de varias injusticias, la salud mental colectiva se vuelve un tema desafiante y deteriorante.

“Es difícil tener salud mental en nuestro contexto” resalta una de las participantes del conversatorio.

La salud mental no solo incluye la cuestión psicológica, el bienestar físico, emocional, la participación en actividades recreativas, a la autoestima, sino también a la existencia de espacios seguros y redes de contención para acompañamiento a mujeres.

“El Sindicato me ayudó a crecer como mujer, a mejorar. Antes no le encontraba sentido a la vida, y hoy estoy dentro de la Universidad Nacional de Itapúa siguiendo la carrera de Trabajo Social. Pero cuando a mi mamá le dio cáncer, fue una etapa muy difícil para mí, donde también mi salud mental se vio perjudicada. El apoyo que recibí de otras mujeres fue muy importante” expone una de las integrantes del Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa.

5. Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos

“Paraguay es el país de Latinoamérica con mayores casos de embarazos adolescentes y de abusos infantiles. Existe una constante violencia y vulneración hacia los derechos de las infancias y adolescencias, además del silencio cómplice” menciona una de las integrantes de Universitarias Feministas de Itapúa.

Derogar la Ley 5777/16 supone para las mujeres, niñas y adolescentes una mayor exposición y vulneración de sus derechos sexuales y reproductivos, pues las garantías a la libre elección de métodos anticonceptivos, por ejemplo, dejarían de existir.

6. Derechos laborales

El tema de los derechos laborales se abordó presentando algunos puntos claves como: el derecho a ganar el salario mínimo estipulado por la ley de acuerdo a las horas y días de trabajo, a cobrar aguinaldo y tener vacaciones, a tener IPS para salud y jubilación, a denunciar violencia y acoso laboral ante la Regional del Ministerio del Trabajo en Encarnación (Ley 5777/16), a tener permiso de dos días al año para hacerse el pap y la mamografía sin descuento de sueldo (Ley 3803/09), a no ser despedida si se está embarazada, a tener licencia por maternidad (Constitución Nacional y Ley 5508/15), a formar parte de un sindicato para defender los derechos.

7. Mujeres y digitalización

El origen del internet y de la revolución digital fue gracias a mujeres visionarias como Ada Lovelace, que en 1843 se convirtió en la primera mujer programadora de la historia. Otra pionera fue Radia Perlman, que en 1985 inventó el Protocolo de Árbol de Expansión, fundamental para el desarrollo del internet. Estas mujeres abrieron el camino para futuras generaciones de mujeres en la tecnología.

Sin embargo, hoy supone un nuevo desafío construir un mundo digital seguro para las mujeres. La Ley 5777/16 incluye entre sus 15 tipos de violencia a la violencia telemática, que es la difusión de contenidos que afecten la dignidad o intimidad de las mujeres a través de tecnologías digitales, incluyendo aquellos que promuevan su cosificación, sumisión o explotación.

Se vuelve sumamente necesario seguir exigiendo la aplicación efectiva de la ley, y proteger su existencia de las amenazas que pretenden socavarla.

Conclusiones

La Articulación de Derechos Humanos hace un llamado a la acción y vigilancia ciudadana, a fin de seguir garantizando los derechos humanos y de las mujeres, denunciar las injusticias y sumarse a las acciones organizadas por la articulación o en otros espacios de reflexión

¡LA LEY 5777 NO SE TOCA!